El último momento del día ofrece un momento mágico, y más aún en la encantadora isla de Mallorca. Tras disfrutar de sus paradisíacas playas, sorprenderse con sus vertiginosos acantilados y recorrer sus monumentos más emblemáticos, el día puede tener el broche final perfecto.
La geografía mallorquina tiene un excelente surtido de rincones pintorescos para asistir, cada tarde, a una caída de sol única. Los enclaves perfectos para conseguir las fotos más instagrameables de la isla.
Aunque no hay rincón donde los atardeceres no sean especiales, hemos recopilado las mejores puestas de sol de Mallorca, dónde el ocaso es aún más asombroso. En muchos de estos lugares hay restaurantes donde puede acompañar el momento con una exquisita copa de vino.
Aquí tienes el mapa que hemos creado para ubicarte cada «atardecer»
Si necesitas alojamiento conoce nuestro Hotel Boutique en Palma Posada Terra Santa, donde sentirás en primera persona el encanto de la ciudad y de la isla.
FARO DE FORMENTOR
El finisterre de Mallorca, ubicado a tan solo 10 kilómetros del puerto de Pollença, es uno de los lugares más encantadores para disfrutar del ocaso. Su faro blanco y las panorámicas de la isla de Menorca (cuándo el día está despejado) son el complemento perfecto para conseguir la mejor foto del momento.
Se ha convertido en uno de los símbolos de la isla, aunque el acceso no es nada sencillo. Para disfrutar de este espectáculo natural hay que conducir una sinuosa carretera durante 20 kilómetros, además de recorrer andando un sendero. La buena noticia: merece la pena el esfuerzo.
Puede alojarse en el Finca Son Catxo, a 45 minutos en coche de este mágico atardecer, en Búger, el municipio más pequeño de la isla. Es un paraíso natural, ideal para conocer la Mallorca más auténtica.
PLAYA DE ES TRENC
Las guías afirman que es un pecado marcharse de la isla sin haber visto el atardecer en Es Trenc. Y no nos extraña en absoluto. Las aguas cristalinas del Parque Natural Es Trenc, sus infinitas dunas y la vegetación que rodea el lugar aportan un toque mágico durante el ocaso, un auténtico placer para los sentidos.
Además, ofrece un plan perfecto para cada tipo de viajero. Puede escoger si ver el atardecer en su zona más virgen (nudista) o disfrutar de un cóctel en el encantador chiringuito de madera.
SANT ELM
Sant Elm es un pequeño puerto pesquero que aún está en funcionamiento, un lugar ideal para sumergirte en la tradición de la isla y muy popular para prácticas náuticas.
Está ubicado frente al famoso parque natural de la isla Sa Dragonera, puede ir en barco para explorarlo. Una amplia variedad de pájaros y sus populares lagartos que deambulan en libertad por la zona. También puede unirse a los viajes de buceo hasta la Dragonera para admirar su fauna marina.
Tras disfrutar de un día diferente y con una gran variedad de actividades, contemple el atardecer con vistas al islote. La mejor zona para hacerlo es en un camino que bordea la costa hasta llegar a la Punta Blanca, ahora solo queda relajarse para ver caer el sol tras la Dragonera. Unas panorámicas privilegiadas.
PUIG DE SANT SALVADOR
En la cima de la montaña de Puig de Sant Salvador está enclavado el Santuario de Sant Salvador, que data del siglo XIV. Es posible visitar su iglesia, la capilla y un monumento a Cristo Rey. Pero eso no es todo, ofrece una puesta de sol diferente y alejada del turismo de masas, especialmente en verano. Las vistas son inmejorables.
Es bastante popular entre los amantes del senderismo o el ciclismo, puesto que el coche hay que dejarlo a los pies de la montaña y realizar un sendero sencillo hasta la zona más alta.
TALAIA D’ALBERCUTX
La Talaia d´Albercutx es una antigua torre defensiva construida a finales del siglo XVI y situada a 380 metros de altura. No es la típica puesta de sol, puesto que cuenta con una ubicación estratégica rodeada de montañas y con un contraste de colores únicos en la isla.
Como recomendación especial, puede hacer una parada en el mirador de Es Colomer con vistas espectaculares.
TORRE DE SES ÁNIMES
Entre Banyalbufar y Estellencs se encuentra la Torre de Ses Ánimes, impregnada de leyenda y magia, puesto que aquí ha habido misteriosas desapariciones. Muchos habitantes aseguran que las almas tejen invisibles redes en las noches de invierno para atrapar a los aventureros que pasan por sus alrededores.
Lo que está claro, independientemente de la leyenda, es que subir a la cima de la torre por sus estrechas escaleras es una de las mejores cosas que hacer. Desde aquí se puede conseguir contemplar un atardecer especial y deleitarse con las vistas de la costa desde las alturas.
SA CALOBRA
En plena Serra de Tramuntana se encuentra Sa Calobra, un recóndito paraíso formado por dos playas maravillosas. Una más pequeña, la que da nombre al lugar, y otra más grande llamada Torrent de Pareis.
Se han convertido en una de las mejores playas de Mallorca gracias a estar enclavadas en pronunciados acantilados rocosos. Una de las más remotas y únicas de la isla.
El recorrido para llegar es algo complicado, una sinuosa carretera, conocida como Nudo de corbata, puesto que la carretera pasa por debajo de sí misma. Tiene una curva de 360 grados y 12 curvas de 180 grados.
Disfrute de este paradisiaco rincón, que se ha mantenido intacto y sin ningún tipo de servicio, dónde relajarse es sencillo. Su mágico paisaje ha inspirado a numerosos artistas durante generaciones, especialmente en su atardecer. El cielo y el mar se funden ofreciendo un espectáculo de colores.
MIRADOR SA FORADADA
Todo un clásico. Considerado el lugar más emblemático para disfrutar del atardecer en Mallorca, tanto en invierno como en verano. Como su nombre indica, es un agujero que sobresale del interior del mar, todo un espectáculo natural
El truco secreto es recorrer un pequeño sendero que se acerca a la costa, es el mejor lugar para disfrutar del ocaso. Aunque vea quedarse a la mayoría de personas en los miradores o la terraza del bar, las vistas más asombrosas están unos metros más adelante. Y no se olvide de llegar con antelación si no quiere tener problemas para aparcar.
Está enclavado en la Sierra de Tramontana entre Valldemossa y Deià, un rincón dónde el mar y las montañas repletas de vegetación conectan gracias a sus impresionantes acantilados. Uno de los planes más imprescindibles qué hacer en Mallorca en dos días.
FARO DE CAP GROS
Los 22 metros de altura del Faro de Cap Gros ha iluminado el camino de los navegantes desde 1859. Llegar hasta este imponente faro blanco es sencillo desde el Puerto de Sóller por el Camino del Faro. Ofrece unas panorámicas preciosas del puerto para contemplar el atardecer, además, es posible descubrir más sobre cómo vivían los fareros años atrás.
COSTA DE LA CALMA
Los atardeceres desde Costa de la Calma son uno de los más animados, el mejor destino si está alojado en la capital. Una opción excelente son las sofisticadas habitaciones de lujo Samaritana Suites, ubicadas en el corazón del casco histórico de Palma y con excelentes conexiones para desplazarse a los lugares más emblemáticos de la isla.
La mejor zona para disfrutar del ocaso es la Playa de Cala Blanca, una diminuta caleta enclavada en un paraje rocoso. Es habitual encontrar surfistas gracias al agitado oleaje del mar. Si lo prefiere puede escoger uno de los muchos chiringuitos con vistas al mar.
MIRADOR DE LAS MALGRATS
En la zona de Santa Ponça es posible disfrutar de la puesta de sol con vistas a las islas Malgrats y el islote El Toro, ambos protegidos como Reservas Marinas. Llegar hasta él es sencillo, puesto que cuenta con plazas de aparcamiento en las proximidades.
En los alrededores de los islotes existen numerosas colonias de aves marinas, disfrutar de su vuelo mientras se contempla el atardecer es un momento mágico.
PORT DE SÓLLER
A 300 metros del Port de Sóller se encuentra la Cala Delta, una zona con más de 200 metros de calas. Las zonas de baño son rocosas, menos la última, el azul turquesa es impresionante.
Es una de las mejores zonas para contemplar cómo el sol se funde con el mar, puede optar por la zona del puerto o adentrarse en las zonas más salvajes para disfrutar con total tranquilidad del último momento del día.
ARCO NATURAL DE PORTOCOLOM
Si desea contemplar una puesta de sol diferente, especial y nada masificada, el arco natural del faro de Portocolom es el lugar adecuado. Muchos turistas acuden a visitar el pueblo pesquero, puesto que es considerado uno de los pueblos más bonitos de Mallorca, pero pocos conocen este recóndito rincón.
El faro es bastante popular, ubicado en la punta des Raconàs y con 25 metros de altura, pintado con rayas blancas y azul marino. La visita es imprescindible, pero las mejores panorámicas se consiguen desde la cueva, frente al acantilado del faro.
Es de fácil acceso, se puede encontrar de forma sencilla y cuenta con zonas cercanas para aparcar. El atardecer es una auténtica maravilla, el color naranja combinado con el azul del mar y el contraste del acantilado con su faro no le dejarán indiferente.
La isla está repleta de lugares bonitos para disfrutar de las mejores puestas de sol de Mallorca, desde calas recónditas hasta lugares cargados de ambiente. Lo que está claro es que es el momento más mágico del día, le recomendamos alquilar un coche para acceder a los rincones más especiales. Contemple los juegos de colores más especiales de la isla mallorquina.