Una noche bohemia es algo que te puedes permitir con la mayor licencia en el pueblo de Deià. Un lugar donde músicos, pintores, actores o escritores de reconocido prestigio se instalaron durante los años 70 y donde dejaron volar sus deseos más libres. Aún se respira esa libertad, y se sienten sus versos en cada rincón. Se recomienda la parada en Sa Fonda (el bar del pueblo) centro de reunión de artistas bohemios del ayer y del hoy, pasear por sus calles, contemplar sus casas empedradas y el cementerio desde donde se pueden admirar unas vistas increíbles. Se puede visitar la casa del escritor y poeta inglés Robert Graves (visita muy recomendada a los amantes de la literatura).
Un concierto delirante, la noche se alarga. El calorcito del verano se exhibe en las pieles.
El corazón, acelerado por el ritmo de la percusión y la cuerda.
Te refugias en la cordura excitante, que llevas dentro.
Y te rindes al son de un cajón gitano y al ritmo de una eléctrica, tu cabeza vuela.
Bailas y bailas emulando una danza zulú.
Te abandonas al trance y al amor, todo vale.
Conectas, miras y hablas con un desconocido, con una desconocida, los ves, los amas por que sí.
Y amaneces con él o con ellos en un bosque de alguien, que hoy es tuyo.
Al despertar cruce de sonrisas pícaras tras una noche…inconfesable.
Por Regina Palomero
*Fondear “Ir a Sa Fonda de Deia” y tirar el ancla. Sa Fonda es un bar de ambiente bohemio donde grandes músicos como Kevin Ayers, Oldfield, o Sting han tocado bajo el ficus centenario que protagoniza el espacio de la terraza. Un lugar donde muchos famosos protagonizaron las noches más bohemias de Mallorca. Siempre hay encuentros inesperados.