Si ha viajado a Mallorca conocerá las razones por las que volver. Si no es su caso, hoy le presentamos en este post los motivos por los que debería elegir la isla como destino en sus próximas vacaciones.
Son muchas las razones por las que la gente viaja a Mallorca, como la belleza del entorno natural y la cultura que se ha conservado allí durante siglos. Sin embargo, hay algo que debe entenderse sobre Mallorca antes de ir allí.
El turismo en Mallorca está en auge, con un fuerte crecimiento de visitantes internacionales. Las Islas Baleares son uno de los destinos turísticos más populares de Europa. Mallorca es la tercera isla más grande de España atrae a más de 4 millones de turistas cada año, 10 veces más que el número de residentes.
Mallorca tiene una larga reputación de ser un destino de navegación de primer nivel. Alberga algunos de los eventos náuticos más prestigiosos del mundo y ofrece muchos kilómetros de magnífica costa para que los navegantes visitantes exploren.
Y es que, Mallorca es tanto para aquellos que buscan descanso, como para los que les gusta la aventura o la historia. Una isla muy completa que reúne naturaleza, increíbles playas y calas, ciudad, gastronomía y cultura.
Conoce Mallorca en 2 días con nuestro post y conoce todos los rincones de la isla.
NATURALEZA Y DESCANSO
Una de las principales razones por las que visitar la isla es por sus increíbles playas y calas de agua turquesa. En algunas playas más recogidas podrá disfrutar de la tranquilidad que ofrece el mar y en otras más concurridas (especialmente en temporada alta) de muy buen ambiente. Le recomendamos algunas como Cala Formentor, Cala Deià o Cala Varques.
Además de esto, Mallorca es conocida por su gran variedad de paisajes y costas con impresionantes acantilados. En su visita a la isla no puede perderse -la Serra de Tramuntana, situada en la zona noroeste de la isla y Patrimonio Mundial de la UNESCO. También puede visitar el Parque Natural de Mondragó, situado en la costa y el Parque Natural de La Albufera, al norte de la isla. No olvide tampoco visitar algunos pueblos mallorquines como Valldemossa Deià, Sóller (al que puede llegar en un antiguo tren de madera que atraviesa la Sierra de Alfabia) y Fornalutx (declarado uno de los pueblos más bonitos de España).
Sin duda, otro de los puntos clave de la isla son sus cuevas, como la Cova del Drach, uno de sus mayores atractivos. Si quiere puede ampliar más información sobre las mejores cuevas de Mallorca aquí.
Mallorca es también un buen destino para el turismo de ciudad. Palma (con una temperatura media anual de 18 grados) une la vida cosmopolita, la cultura, la gastronomía, el deporte y el ocio. Además, si se aloja en la ciudad podrá descubrir el resto de la isla fácilmente, ya que los mayores atractivos se encuentran a una hora en coche, lo que hace más cómodo su desplazamiento.
GASTRONOMÍA
La gastronomía de las Islas Baleares es muy variada. Sin duda, es reconocida por sus ensaimadas con diferentes rellenos (crema, cabello de ángel, chocolate, sobrasada). Le invitamos a probar la coca de Trampó, el arrós brut, el frito mallorquín, el tumbet o el pa amb oli, platos típicos que le sorprenderán y que se preparan en diferentes lugares de la isla.
La sobrasada es un embutido curado con sabor a naranja elaborado exclusivamente en las Islas Baleares, especialmente en Mallorca. Es un producto muy popular entre los turistas que visitan Mallorca. El sabor se ha comparado tanto con la mortadela italiana como con el boudin blanc francés.
El frito mallorquín es un plato sabroso que existe desde hace siglos. Lo que lo hace tan único es la salsa. La salsa se elabora con cebollas, ajos, tomates y alcaparras. Todos estos ingredientes se mezclan y se cuecen hasta que se convierten en una salsa espesa que luego se vierte sobre las patatas fritas. Una de las formas más tradicionales de servir este plato es con bacalao salado como aperitivo.
HISTORIA Y CULTURA
Palma de Mallorca es rica en historia. Puede descubrirla paseando por su antiguo casco medieval y a través de la arquitectura religiosa presente en la ciudad. Además, una de sus paradas obligatorias es la Catedral de Santa María y el Castillo de Bellver.
La Catedral se encuentra en el sitio de una mezquita anterior, que se había convertido en una iglesia cristiana tras la conquista de Jaime I en 1229-30. Su construcción se inició hacia 1030 y es uno de los pocos edificios que han sobrevivido al gran terremoto de 1343. Las obras se reanudaron después de un incendio en 1726 y tardó más de 100 años en completarse con dos arquitectos en diferentes épocas trabajando en ella hasta 1884 cuando finalmente se terminó.
En lo relativo al Castillo de Bellver, está estratégicamente ubicado en una colina que domina el río Turia. Se compone de tres niveles. El nivel del sótano tiene pozo, cisternas y trasteros. La planta baja tiene cuatro torres unidas por muros cortina. El tercer nivel es un patio cerrado con cuatro torres en sus esquinas y dos más frente a la entrada principal a nivel del suelo.
La isla también cuenta con diferentes museos en los que continuar profundizando en la historia de Mallorca. Uno de ellos es el Museo del Calzado y de la Piel. Se sitúa en el antiguo cuartel de Caballería y recrea una fábrica de calzado utilizado durante la primera mitad del Siglo XX.
Otro de los museos que le recomendamos es Esbaluard, Museo de Arte Moderno y Contemporáneo, que cuenta con más de 700 obras de arte de artistas baleares e internacionales. Si le gusta el arte, también puede visitar la Fundación Joan Miró y la Galería Horrach Moya Sa Drassana, con obras de artistas contemporáneos.
Además, si viaja en familia, le aconsejamos el Acuario de Palma, que cuenta con el tanque de tiburones más profundo de Europa o el Planetario de Mallorca.
