En Posada Terra Santa le proponemos un viaje repleto de encanto por los pueblos bonitos de Mallorca. Inspírese con la singularidad de cada uno de ellos y alimente sus sentidos con algunas de las estampas más bellas de la isla.
Un espacio rico en patrimonio, gastronomía exquisita, impresionantes paisajes y conocido por sus calas de aguas turquesas. Sin embargo, existe otra Mallorca que, en ocasiones, pasa desapercibida: sus encantadores pueblos.
Lugares capaces de embrujar a todo aquel que los visita, un destino con joyas ocultas que le harán soñar gracias a su belleza. Te hablaremos de los pueblos bonitos de Mallorca que no querrá perderse al visitar esta isla paradisiaca. Si ya has conocido el casco antiguo de Palma de Mallorca, esta selección de pueblos de la isla, hará que completes un viaje sensacional.
Para poder disfrutar de este auténtico paraíso, lo más recomendable es tener un alojamiento con una ubicación perfecta para desplazarse a cada uno de sus rincones. El Hotel Boutique Posada Terra Santa está ubicado en pleno corazón de la capital mallorquina y es perfecto para descubrir los pueblos con más encanto de la isla. Si necesita otro tipo de alojamiento como Suites de lujo, tenemos disponibles Samaritana Suites, también en el centro de Palma de Mallorca.
Aquí tiene un mapa con los pueblos ubicados para que tan solo tenga que preocuparse por saborear cada instante del viaje.
DEIA
Las sinuosas calles, sus casas de piedra, ubicadas entre el mar Mediterráneo y la Sierra de Tramuntana lo han convertido en uno de los pueblos más bonitos de Mallorca.
Visitarlo es sencillo, solo hay que caminar en sentido ascendente hasta su punto más alto. Durante el recorrido merece la pena conocer la iglesia de San Juan Bautista, la exposición con una exclusiva colección del artista Joan Miró y su mirador con unas preciosas panorámicas del entorno natural.
A pocos minutos del pueblo está ubicada la Cala Deia (ruta de las calas de Mallorca), un lugar encantador donde las rocas salpican sus aguas cristalinas. Junto a ella, se encuentra un pequeño puerto.
SÓLLER
Considerado uno de los pueblos con más encanto de España, tan solo es necesario pasear por su casco histórico para descubrir el porqué de este título. Gran parte de la arquitectura del lugar es gracias a Joan Rubid, discípulo de Gaudí, entre la que destaca la iglesia neogótica de San Bartomeu y el banco de Sóller.
Está ubicado en pleno corazón de la Sierra de Tramuntana, por lo tanto, es el punto de partida principal para los amantes del senderismo y montañismo. Aunque también es posible disfrutar de las playas, como la del Puerto de Sóller, la playa d´en Repic o la Cala Tuent.
Un pequeño paraíso donde disfrutar de la montaña, el mar, una exquisita gastronomía y con un rico patrimonio repleto de monumentos y museos. Un paisaje adornado con los famosos naranjos de Sóller, con un extenso terreno para empaparse de su tradición. Descubre aquí más cosas que ver en Sóller.
CAPDEPERA
Ubicado en el extremo oriental de Mallorca lo que permite ver Menorca en un día despejado, en especial desde su imponente faro para conseguir las mejores vistas. El entorno se caracteriza por un paisaje montañoso y por preciosas calas donde es posible realizar numerosas actividades.
Capdepera está dominado por una imponente fortaleza medieval, conocido como el Castell de Capdepera que data del siglo XIV. En mayo se celebra un famoso mercado medieval, idóneo para sentir que el tiempo no ha pasado en el pueblo.
VALLDEMOSSA
A tan solo 18 kilómetros de Palma de Mallorca y ubicado en la ladera más baja de Sierra de Tramuntana, Valldemossa seduce a sus visitantes gracias a su bello entorno natural. Tanto es así que suele ser mencionado en las listas de los pueblos más bonitos de España.
Monumentos como el Monasterio de la Real Cartuja y la Ermita de la Santísima Trinidad merecen una visita. Especial mención al precioso mirador de Ses Puntes, desde donde ver uno de los atardeceres más mágicos de la isla.
Recorrer sus calles y perderse por ellas es obligatorio, sus rincones parecen de postal, cosa que explica porque los pintores eligen este destino en busca de inspiración desde hace años. Puede culminar el paseo degustando alguno de los platos típicos mallorquines, como el arròs brut.
Puede descubrir más en nuestro post sobre qué ver en Valldemossa.
BANYALBUFAR
El recóndito pueblo de Banyalbufar todavía conserva intacto su encanto, tanto que parece que el tiempo no ha pasado por él. Esta zona fue cultivada por los árabes en el siglo X, quienes construyeron un sistema de acueductos para el riego y sus encantadoras casas en las laderas que aún se pueden apreciar en la actualidad.
Tiene un marcado origen de pueblo pesquero del que aún conserva su puerto, llamado Es Port des Canonge. A esto hay que sumarle las numerosas calas y playas para disfrutar de un ambiente tranquilo, entre las que destacan Cala Banyalbufar, Es Corral Fals y Son Bunyola.
Enclavado en las montañas y con los altos picos de la Sierra de Tramuntana en el fondo, perfecto para conocer la auténtica cultura mallorquina. Famoso por el cultivo de la uva Malvasía, las visitas a las bodegas, como Celler Ca’n Pico y Bodega San Vives, es uno de los mejores planes para hacer.
ALCUDIA
Alcudia es conocido por su rico patrimonio cultural e histórico, por su deliciosa gastronomía y sus playas. Aquí se puede respirar historia en cada rincón. Con el casco histórico rodeado por majestuosas murallas medievales y renacentistas, el Camí de Ronda permite conocerlas desde dentro, incluso subir a ellas para disfrutar de las vistas.
El lugar destaca por sus casas señoriales, en especial la Biblioteca de Ca’n Torró, sus monumentos y por los yacimientos de ciudades romanas. Además, el Puerto de Alcudia es uno de los más importantes de la isla, con una amplia oferta de ocio, tiendas, restaurantes y actividades acuáticas. Un lugar donde el pasado y la modernidad conviven en perfecta sintonía.
ARTÁ
La tradición y la antigüedad de este encantador pueblo aún prevalecen en la actualidad gracias a que coexisten en perfecta sintonía con su cara más moderna. Un ritmo de vida lento con un encanto rural histórico que invita a recorrer sus calles con calma para conocer cada uno de sus rincones.
Descubrir su arquitectura y monumentos es imprescindible, pero su principal atractivo son las 25 playas y calas repartidas por todo su litoral. Todas ellas conservan su estado natural, un remanso de paz para desconectar del bullicio.
SANTANYÍ
Enclavado en un punto privilegiado, en un lado el segundo parque natural más grande de las Islas Baleares, el Parque Natural de Cabrera, y al otro una costa con más de 48 km de extensión. Perfecto para recorrer sus numerosos senderos o desconectar en sus cristalinas playas, un paraíso para los amantes del buceo.
Un lugar marcado por su pasado pirata, así lo reflejan los restos de la muralla fortificada. Recorrer sus calles y descubrir sus monumentos es otro de sus atractivos, la belleza y paz de este lugar hacen que sea un destino elegido por los amantes del arte para buscar inspiración. Muy cerca de este municipio encontrarás Playa S’Amarador listada como una de las mejores playas de Mallorca.
FORNALUTX
Fornalutx es uno de los pueblos mejor conservados de España, con monumentos en perfecto estado como su iglesia gótica de 1639 o su torre defensiva del siglo XVII.
Sin embargo, el verdadero placer de este lugar es perderse por sus calles para disfrutar de su autenticidad. Las calles más características son Carrer Esglesia, Carrer de Sant Sebastiá y Carrer del Metge Mayol, entre otras. Imágenes de postal.
Dispone de 2 parkings de pago, uno al inicio del pueblo y otro al final, en el de Avenida Arbona Colom, 9 se encuentra la Oficina de Turismo.
POLLENSA
La visita a la isla no está completa si no se descubre Pollensa. Famoso por sus vertiginosos acantilados, frondosos bosques, playas paradisíacas y su rico patrimonio. Los amantes de la naturaleza pueden disfrutar en la Reserva Natural de L’Albufera o la Cala Murta y para aquellos que adoran la historia no puede faltar la visita al Calvario, un lugar de lo más pintoresco.
Recorrer su casco histórico para descubrir sus imponentes monumentos, como el Convento Santo Domingo, incluso degustar sus platos más típicos en la Plaza Mayor de Pollença. Y eso no es todo, sus playas tienen un rico fondo marino, perfecto para disfrutar del submarinismo.
PORTOCOLOM
Un pueblo pesquero tradicional con uno de los puertos más pintorescos y bonitos de Mallorca. Un entorno que derrocha personalidad y romanticismo gracias a que, a pesar del turismo, supo conservar su esencia.
La postal más típica de Portocolom es su muelle con las embarcaciones y barcos de pesca locales, con las fachadas coloridas de fondo. Recorrer su costa en barco, descubrir sus calas, como la Cala Marcal, pasear por sus calles y degustar su gastronomía será suficiente para quedar enamorado del lugar.
La isla está repleta de pueblos bonitos, desde lugares ricos en patrimonio hasta destinos con un entorno natural imponente. Nuestra recomendación es alquilar un coche para poder explorar con libertad los pueblos más bonitos de Mallorca. Sienta el latido más auténtico de la isla.